viernes, 13 de febrero de 2009

De quién soy.

"Sólo se vive una vez,
pero una vez es más que
suficiente si se hace bien."

Woody Allen


 

Esta noche voy a platicar de la vida, pero no pienso hacer una disertación filosófica a partir de algún texto Aristotélico; pienso platicar acerca de mi vida a partir de la mirada de un tercero, que es tercera. A quién agradezco me haya permitido conocer o mejor dicho, hacer conscientes muchos aspectos que a pesar de haber pensado que los conocía, no eran conscientes. Gracias por compartir esa lectura conmigo.

Comencemos por lo más simple…definamos vida.

vida. (según el Diccionario de la Real Academia Española)
(Del lat. vita).

1. f. Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee.

2. f. Estado de actividad de los seres orgánicos.

3. f. Unión del alma y del cuerpo.

4. f. Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte.

5. f. Duración de las cosas.

6. f. Modo de vivir en lo tocante a la fortuna o desgracia de una persona, o a las comodidades o incomodidades con que vive.

7. f. Modo de vivir en orden a la profesión, empleo, oficio u ocupación.

8. f. Alimento necesario para vivir o mantener la existencia.

9. f. Conducta o método de vivir con relación a las acciones de los seres racionales.


Y aunadas a estas, existen cuantiosas acepciones más pero para efectos de este texto, utilizaré la 9.f. Conducta o método de vivir con relación a las acciones de los seres racionales.

Esto implicaría explicar los aspectos o formas en que me relaciono o actúo con quienes me rodean.

De la buena persona: Cuando conozco o convivo con alguien soy sincero, busco su bienestar y en general no dañaría a…no sólo una persona, sino algún ser vivo, al menos no con premeditación o intención previa.
Del carácter: Si buen puedo ser bastante alegre, fácil de llevar y hasta complaciente, esto no implica que permita abusos o injusticias. No busco la imposición, pero me gusta dejar clara mi opinión o ser firme en mis convicciones. Procuro ser equilibrado, comportarme de acuerdo al contexto, con respeto y ecuanimidad.
Del silencio: En ocasiones, aunque hoy me quedan dudas de que se a lo más correcto, omito dar voz a mis pensamientos, anticipándome a una reacción que ya conozco o supongo que se dará. Sucede porque en mi calidad de conciliador, prefiero que no se suscite un conflicto a resolverlo. Y sí, suena simple, pero no es algo que haga con la consciencia completa, es parte de mi naturaleza, que no niego y hoy la acepto.
De la energía: Se trata de la aplicación del poder ("Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo" – rae.es),la eficacia, la virtud para obrar. Aplicada a cada uno de los factores externos a mí, pero que tienen injerencia directa conmigo. Trabajo, familia, amigos, amor; para acabar pronto, las cosas por las que vale la pena vivir, esforzarse y verlas crecer, florecer, rendir frutos. Se puede entender también, como una gran entrega; o bien traducido en como la pasión con la que un hombre se entrega a su trabajo, a sus gustos, al buen gusto ... y a una mujer.
De la seguridad: Aquí me permito unir varias cosas, entre ellas la autoestima, la confianza e incluso el ego. Para explicar esto me debo remontar un par de décadas y algunos años más en el pasado cuando siendo el más pequeño de la familia, se me facilitaban las cosas por parte de los demás, hermanos, padres, y quizá fue demasiado, mas esto no es para expiar culpas, se trata de hecho de agradecer ese interés, cariño y amor que me profesaron. Sin embargo, en la codificación de ello vino el error y me convertí en un chamaco tímido, que aunque sabiéndose capaz de hacer muchas cosas se reprimía y detenía una y otra vez, aunque tuviera el conocimiento, la capacidad, las ganas, intenciones y pasiones. Esto repercutió en la adolescencia en el crecimiento exacerbado del ego, que contenido a tiempo, no permitió que me convirtiera en un pedante e insoportable puberto. Gracias madre, por tus enseñanzas consejos y tu humildad, que como tu orden y otras cosas te heredé. Hoy, rastros quedan de todo aquello, pero esas deficiencias pasadas me permitieron construir al adulto de hoy.

Fin de la 1ª parte.

2 comentarios:

Luis Vargas dijo...

ya hasta te me antojaste!!!!

Luz dijo...

Interesante la parte "Del silencio"... tal cual la describes la entiendo taaan bien; de hecho muchas veces he tratado de decidir si es una cualidad en mí o un defecto. Tal vez todo radique en el momento y el tema de q se trata... es decir, de la prudencia de uno y la trascendencia del asunto en sí, para saber cuándo hablar y cuándo no. Ya entrados en el tema te recomiendo leer "El arte de callar" de Abate Dinuart, muy al caso y muy bueno.