domingo, 22 de febrero de 2009

La verdad de la química.

El amor es física; el matrimonio química.
Alejandro Dumas


 

Hoy estoy contento. Feliz. Sin embargo, en esta ocasión la felicidad no emana directamente de un evento que me sucedió personalmente. Pero si por algo que es parte de mi vida.
Resulta que el pasado 6 de febrero fui no sólo participe sino también cómplice de una nueva etapa en la vida de Laura y Luis; amigos, compañeros, confidentes. Están comprometidos.

Esto me resulta particularmente importante no sólo porque Luis sea mi amigo, sino porque lo he acompañado durante todo ese camino junto con la "Changuifera". Si bien estos niños comenzaron la historia a través de la física, actualmente la química reina en ellos. Suena tan simple como la coloquial frase: "Tienen buena química". Pero no, no, no…esto va más allá y es tan real, que hasta el propio diccionario de la Real Academia Española lo presenta en una de las acepciones encontradas en él:

química.-

Relación de peculiar entendimiento o compenetración que se establece entre dos personas.

Es aquí donde todo cobra sentido, donde esas primeras miradas de amor, de deseo, de búsqueda, se transforman en signos; un lenguaje completo que sólo dos entienden y pueden leer. Cuando alguna palabra toma un significado completamente diferente al que designa el diccionario. Es el momento cuando uno desea dedicar una canción que nunca hubiera imaginado, e igual es desear no dedicar jamás algunas otras. Encontrar como aspectos de la vida empiezan a tomar la importancia que no tenían antes. Cuando haces cosas que nunca habías hecho, cuando dices cosas que no sabías que podías decir, cuando sientes lo que no sabías que se puede sentir. Te sientes completo, aunque antes no pensabas en haber estado incompleto. Cambia todo y empiezas a ver al otro como una extensión de ti, no cómo un apéndice, sino como un órgano más que te ayuda a vivir. Ya no lo ves de frente y juntos, tomados de la mano y con un lazo de corazón a corazón, ven hacia el mismo lugar.

¡¡¡Mis más grandes deseos de felicidad para ambos!!!

(posteado con cariño)

miércoles, 18 de febrero de 2009

Las postrimerías del niño.

"No podemos ser niños eternos…"

Paulo Coelho


 

Esta tarde, mientras comía pude intercambiar ideas, palabras, razones y verdades. Y como me ha pasado recientemente, continuo descubriendo cosas. A través de los ojos de los demás, de las palabras no dichas y que se quedan prisioneras en la cárcel de una mirada intensa, dirigida a no permitir su paso. Ocultando una verdad, a veces oscura, a veces deseosa.

Después de comentar lo bueno de la comida, lo cómodo del asiento y otras tantas cosas así de importantes, pasamos a una conversación. De la razón, de los sentimientos, emociones y pasiones. De cómo negamos precisamente esas cualidades inherentes al humano, dejando expuesto y en acción a nuestro instinto, que nos invade, nos ciega y nos lleva a comportarnos de manera automática, sin pensar, apelando solo a las sensaciones previas, a la experiencia sensorial. Y no nos damos cuenta de lo que tenemos alrededor en el presente, de lo que estamos viviendo. Y nos quedamos enfrascados en lo mismo, lo de siempre, la costumbre y se vuelve como un cable en el cual nos vamos enredando día con día hasta que no podemos desatarnos.

Para desarrollar bien mi idea, a continuación les comparto mi pensamiento, a través de palabras más precisas:

CERRANDO CÍRCULOS

Por Paulo Coelho


 

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se

queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

Suena tajante y muy duro. Fácil de hacer no es, pero es posible y si me permiten compartir mi humilde opinión. En verdad nos lleva a vivir la vida de mejor manera, libres, sin presiones, sin ataduras y disfrutándonos plenamente a nosotros mismos. Si, en este momento no falta de alguno de ustedes lectores, quien esté pensando muy coloquialmente: "Claro, como esté güey seguramente ya no tiene nada detrás; cola que le pisen" Y no es así, sin duda quedan cosas por ahí, pero para beneficio del adulto de hoy, ya sólo son papeles rotos, teléfonos olvidados, juguetes regalados; son solamente las postrimerías del niño.


 

viernes, 13 de febrero de 2009

De quién soy.

"Sólo se vive una vez,
pero una vez es más que
suficiente si se hace bien."

Woody Allen


 

Esta noche voy a platicar de la vida, pero no pienso hacer una disertación filosófica a partir de algún texto Aristotélico; pienso platicar acerca de mi vida a partir de la mirada de un tercero, que es tercera. A quién agradezco me haya permitido conocer o mejor dicho, hacer conscientes muchos aspectos que a pesar de haber pensado que los conocía, no eran conscientes. Gracias por compartir esa lectura conmigo.

Comencemos por lo más simple…definamos vida.

vida. (según el Diccionario de la Real Academia Española)
(Del lat. vita).

1. f. Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee.

2. f. Estado de actividad de los seres orgánicos.

3. f. Unión del alma y del cuerpo.

4. f. Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte.

5. f. Duración de las cosas.

6. f. Modo de vivir en lo tocante a la fortuna o desgracia de una persona, o a las comodidades o incomodidades con que vive.

7. f. Modo de vivir en orden a la profesión, empleo, oficio u ocupación.

8. f. Alimento necesario para vivir o mantener la existencia.

9. f. Conducta o método de vivir con relación a las acciones de los seres racionales.


Y aunadas a estas, existen cuantiosas acepciones más pero para efectos de este texto, utilizaré la 9.f. Conducta o método de vivir con relación a las acciones de los seres racionales.

Esto implicaría explicar los aspectos o formas en que me relaciono o actúo con quienes me rodean.

De la buena persona: Cuando conozco o convivo con alguien soy sincero, busco su bienestar y en general no dañaría a…no sólo una persona, sino algún ser vivo, al menos no con premeditación o intención previa.
Del carácter: Si buen puedo ser bastante alegre, fácil de llevar y hasta complaciente, esto no implica que permita abusos o injusticias. No busco la imposición, pero me gusta dejar clara mi opinión o ser firme en mis convicciones. Procuro ser equilibrado, comportarme de acuerdo al contexto, con respeto y ecuanimidad.
Del silencio: En ocasiones, aunque hoy me quedan dudas de que se a lo más correcto, omito dar voz a mis pensamientos, anticipándome a una reacción que ya conozco o supongo que se dará. Sucede porque en mi calidad de conciliador, prefiero que no se suscite un conflicto a resolverlo. Y sí, suena simple, pero no es algo que haga con la consciencia completa, es parte de mi naturaleza, que no niego y hoy la acepto.
De la energía: Se trata de la aplicación del poder ("Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo" – rae.es),la eficacia, la virtud para obrar. Aplicada a cada uno de los factores externos a mí, pero que tienen injerencia directa conmigo. Trabajo, familia, amigos, amor; para acabar pronto, las cosas por las que vale la pena vivir, esforzarse y verlas crecer, florecer, rendir frutos. Se puede entender también, como una gran entrega; o bien traducido en como la pasión con la que un hombre se entrega a su trabajo, a sus gustos, al buen gusto ... y a una mujer.
De la seguridad: Aquí me permito unir varias cosas, entre ellas la autoestima, la confianza e incluso el ego. Para explicar esto me debo remontar un par de décadas y algunos años más en el pasado cuando siendo el más pequeño de la familia, se me facilitaban las cosas por parte de los demás, hermanos, padres, y quizá fue demasiado, mas esto no es para expiar culpas, se trata de hecho de agradecer ese interés, cariño y amor que me profesaron. Sin embargo, en la codificación de ello vino el error y me convertí en un chamaco tímido, que aunque sabiéndose capaz de hacer muchas cosas se reprimía y detenía una y otra vez, aunque tuviera el conocimiento, la capacidad, las ganas, intenciones y pasiones. Esto repercutió en la adolescencia en el crecimiento exacerbado del ego, que contenido a tiempo, no permitió que me convirtiera en un pedante e insoportable puberto. Gracias madre, por tus enseñanzas consejos y tu humildad, que como tu orden y otras cosas te heredé. Hoy, rastros quedan de todo aquello, pero esas deficiencias pasadas me permitieron construir al adulto de hoy.

Fin de la 1ª parte.

martes, 10 de febrero de 2009

"Los años maravillosos", ¿dejaron de serlo?

Últimamente he estado sumergiéndome en las hondas aguas de los recuerdos, a través de fotografías, imágenes en video y desde luego, recurriendo a mi memoria, que es la más fiel registradora de momentos e instantes apasionados, situaciones difíciles, hechos tristes y emotivos, al final, cada recuerdo se vuelve parte de la vida misma.

Estos últimos catorce días me han permitido, aunque sin cámara o algún otro dispositivo, alimentar la colección de recuerdos e incrementar la categoría de "Momentos maravillosos" en mi memoria...desde darme cuenta cuanto puede una pequeña acción cambiar al mundo e influir en la vida de terceros, hasta el más sublime de los momentos.

Hay quienes opinan que "ya lo pasado, pasado", que lo que se ha vivido ya es agua pasada y hay que dejarlo asi, si fue bueno o malo, ya hemos aprendido de ello...y creo que en muchas casos asi debe ser, sin embargo, existen situaciones, que aunque pasen años , décadas, (y no es que los recordemos) seguimos viviendolos con mayor gusto, pasión y lo más importante, con entendimiento. Y de ahi que estén mas vivas que nunca.

Mientras veía el segundo capitulo de de la segunda temporada de "The Wonder years" encontré una escena, más bien corta, ni digna de un Emmy ni mucho menos pero implica tanto y es tan grande que es maravillosa, aquí se las dejo:



Aunque de mis tiempos mozos no tengo un recuerdo como tal, si logro entender lo que la pequeña rubia "Becky Slater" siente y aunque para muchos puede sonar a locura, a inconsciencia, a mi me parece que era y es maravilloso. Entonces, esos "Años maravillosos" los seguimos viviendo, disfrutémoslos.

P.D. Lo mejor de todo, al final, Becky y Kevin son pareja.