jueves, 5 de marzo de 2009

Porque es verdad.

"No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió"
Joaquín Sabina

Entendiendo la unicidad


Hay una flor... creo que ella me ha
domesticado...
Antoine de Saint Exupery
Que tal? Hoy, a deshoras para escribir, se me ocurrió esto…

Estaba pensando en cuanto nos afecta perder algo que es nuestro y desde un punto de vista externo, sería muy simple cambiar un objeto viejo, usado, por algo nuevo, flamante, reluciente, pues eso se explica fácil; porque sabemos cómo hacer que prenda nuestro vochito, como le tenemos que mover al cable para que prenda el estereo….y eso, aplicado a objetos pero si lo trasladamos a una persona en el "Principito " lo encontramos. Con una mezcla de mi y de esas inmortales letras lo expongo:



—Sí, yo te quiero —le dijo la flor—, ha sido culpa mía que tú no lo sepas; pero eso no tiene importancia. Y tú has sido tan tonto como yo. Trata de ser feliz. . .

Entonces apareció el zorro:
—¡Buenos días! —dijo el zorro.
—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.
—¿Quién eres tú? —preguntó el principito—. ¡Qué bonito eres!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, ¡estoy tan triste!
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.
—¡Ah, perdón! —dijo el principito.
Pero después de una breve refl exión, añadió:
—¿Qué significa "domesticar"?
—Tú no eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?
—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían
gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el
principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito
igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no
soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces
tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el
mundo...
—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha
domesticado...
—Es posible —concedió el zorro—, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
—¡Oh, no es en la Tierra! —exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
—¿En otro planeta?
—Sí.
—¿Hay cazadores en ese planeta?
—No.
—¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
—No.
—Nada es perfecto —suspiró el zorro.
Y después volviendo a su idea:
—Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se
parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi
vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos
me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y
además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí
algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos
dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un
recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
—Por favor... domestícame —le dijo.
—Bien quisiera —le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y
conocer muchas cosas.
—Sólo se conocen bien las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen
tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan
amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
—¿Qué debo hacer? —preguntó el principito.
—Debes tener mucha paciencia —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de
mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de
malos ent endidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
El principito volvió al día siguiente.
—Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las
cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me
sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes
a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
—¿Qué es un rito? —inquirió el principito.
—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día no se
parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los
jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que
puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo
no tendría vacaciones.
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:
—¡Ah! —dijo el zorro—, lloraré.
—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te
domestique...
—Ciertamente —dijo el zorro.
—¡Y vas a llorar!, —dijo él principito.
—¡Seguro!
—No ganas nada.
—Gano —dijo el zorro— he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
—Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme
adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han
domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros.
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea
podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más
importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque
yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído
quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
—Adiós —le dijo.
—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón
se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
—Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse.
—Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
—Es el tiempo que yo he perdido con ella... —repitió el principito para recordarlo.
—Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—, pero tú no debes olvidarla. Eres
responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
—Yo soy responsable de mi rosa... —repitió el principito a fin de recordarlo.

Así pues, disfrutemos de cuando alguien nos domestica, y démonos la oportunidad de que nos domestiquen, así, la vida es mejor y no como las "personas mayores" piensan.

domingo, 22 de febrero de 2009

La verdad de la química.

El amor es física; el matrimonio química.
Alejandro Dumas


 

Hoy estoy contento. Feliz. Sin embargo, en esta ocasión la felicidad no emana directamente de un evento que me sucedió personalmente. Pero si por algo que es parte de mi vida.
Resulta que el pasado 6 de febrero fui no sólo participe sino también cómplice de una nueva etapa en la vida de Laura y Luis; amigos, compañeros, confidentes. Están comprometidos.

Esto me resulta particularmente importante no sólo porque Luis sea mi amigo, sino porque lo he acompañado durante todo ese camino junto con la "Changuifera". Si bien estos niños comenzaron la historia a través de la física, actualmente la química reina en ellos. Suena tan simple como la coloquial frase: "Tienen buena química". Pero no, no, no…esto va más allá y es tan real, que hasta el propio diccionario de la Real Academia Española lo presenta en una de las acepciones encontradas en él:

química.-

Relación de peculiar entendimiento o compenetración que se establece entre dos personas.

Es aquí donde todo cobra sentido, donde esas primeras miradas de amor, de deseo, de búsqueda, se transforman en signos; un lenguaje completo que sólo dos entienden y pueden leer. Cuando alguna palabra toma un significado completamente diferente al que designa el diccionario. Es el momento cuando uno desea dedicar una canción que nunca hubiera imaginado, e igual es desear no dedicar jamás algunas otras. Encontrar como aspectos de la vida empiezan a tomar la importancia que no tenían antes. Cuando haces cosas que nunca habías hecho, cuando dices cosas que no sabías que podías decir, cuando sientes lo que no sabías que se puede sentir. Te sientes completo, aunque antes no pensabas en haber estado incompleto. Cambia todo y empiezas a ver al otro como una extensión de ti, no cómo un apéndice, sino como un órgano más que te ayuda a vivir. Ya no lo ves de frente y juntos, tomados de la mano y con un lazo de corazón a corazón, ven hacia el mismo lugar.

¡¡¡Mis más grandes deseos de felicidad para ambos!!!

(posteado con cariño)

miércoles, 18 de febrero de 2009

Las postrimerías del niño.

"No podemos ser niños eternos…"

Paulo Coelho


 

Esta tarde, mientras comía pude intercambiar ideas, palabras, razones y verdades. Y como me ha pasado recientemente, continuo descubriendo cosas. A través de los ojos de los demás, de las palabras no dichas y que se quedan prisioneras en la cárcel de una mirada intensa, dirigida a no permitir su paso. Ocultando una verdad, a veces oscura, a veces deseosa.

Después de comentar lo bueno de la comida, lo cómodo del asiento y otras tantas cosas así de importantes, pasamos a una conversación. De la razón, de los sentimientos, emociones y pasiones. De cómo negamos precisamente esas cualidades inherentes al humano, dejando expuesto y en acción a nuestro instinto, que nos invade, nos ciega y nos lleva a comportarnos de manera automática, sin pensar, apelando solo a las sensaciones previas, a la experiencia sensorial. Y no nos damos cuenta de lo que tenemos alrededor en el presente, de lo que estamos viviendo. Y nos quedamos enfrascados en lo mismo, lo de siempre, la costumbre y se vuelve como un cable en el cual nos vamos enredando día con día hasta que no podemos desatarnos.

Para desarrollar bien mi idea, a continuación les comparto mi pensamiento, a través de palabras más precisas:

CERRANDO CÍRCULOS

Por Paulo Coelho


 

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se

queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

Suena tajante y muy duro. Fácil de hacer no es, pero es posible y si me permiten compartir mi humilde opinión. En verdad nos lleva a vivir la vida de mejor manera, libres, sin presiones, sin ataduras y disfrutándonos plenamente a nosotros mismos. Si, en este momento no falta de alguno de ustedes lectores, quien esté pensando muy coloquialmente: "Claro, como esté güey seguramente ya no tiene nada detrás; cola que le pisen" Y no es así, sin duda quedan cosas por ahí, pero para beneficio del adulto de hoy, ya sólo son papeles rotos, teléfonos olvidados, juguetes regalados; son solamente las postrimerías del niño.


 

viernes, 13 de febrero de 2009

De quién soy.

"Sólo se vive una vez,
pero una vez es más que
suficiente si se hace bien."

Woody Allen


 

Esta noche voy a platicar de la vida, pero no pienso hacer una disertación filosófica a partir de algún texto Aristotélico; pienso platicar acerca de mi vida a partir de la mirada de un tercero, que es tercera. A quién agradezco me haya permitido conocer o mejor dicho, hacer conscientes muchos aspectos que a pesar de haber pensado que los conocía, no eran conscientes. Gracias por compartir esa lectura conmigo.

Comencemos por lo más simple…definamos vida.

vida. (según el Diccionario de la Real Academia Española)
(Del lat. vita).

1. f. Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee.

2. f. Estado de actividad de los seres orgánicos.

3. f. Unión del alma y del cuerpo.

4. f. Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte.

5. f. Duración de las cosas.

6. f. Modo de vivir en lo tocante a la fortuna o desgracia de una persona, o a las comodidades o incomodidades con que vive.

7. f. Modo de vivir en orden a la profesión, empleo, oficio u ocupación.

8. f. Alimento necesario para vivir o mantener la existencia.

9. f. Conducta o método de vivir con relación a las acciones de los seres racionales.


Y aunadas a estas, existen cuantiosas acepciones más pero para efectos de este texto, utilizaré la 9.f. Conducta o método de vivir con relación a las acciones de los seres racionales.

Esto implicaría explicar los aspectos o formas en que me relaciono o actúo con quienes me rodean.

De la buena persona: Cuando conozco o convivo con alguien soy sincero, busco su bienestar y en general no dañaría a…no sólo una persona, sino algún ser vivo, al menos no con premeditación o intención previa.
Del carácter: Si buen puedo ser bastante alegre, fácil de llevar y hasta complaciente, esto no implica que permita abusos o injusticias. No busco la imposición, pero me gusta dejar clara mi opinión o ser firme en mis convicciones. Procuro ser equilibrado, comportarme de acuerdo al contexto, con respeto y ecuanimidad.
Del silencio: En ocasiones, aunque hoy me quedan dudas de que se a lo más correcto, omito dar voz a mis pensamientos, anticipándome a una reacción que ya conozco o supongo que se dará. Sucede porque en mi calidad de conciliador, prefiero que no se suscite un conflicto a resolverlo. Y sí, suena simple, pero no es algo que haga con la consciencia completa, es parte de mi naturaleza, que no niego y hoy la acepto.
De la energía: Se trata de la aplicación del poder ("Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo" – rae.es),la eficacia, la virtud para obrar. Aplicada a cada uno de los factores externos a mí, pero que tienen injerencia directa conmigo. Trabajo, familia, amigos, amor; para acabar pronto, las cosas por las que vale la pena vivir, esforzarse y verlas crecer, florecer, rendir frutos. Se puede entender también, como una gran entrega; o bien traducido en como la pasión con la que un hombre se entrega a su trabajo, a sus gustos, al buen gusto ... y a una mujer.
De la seguridad: Aquí me permito unir varias cosas, entre ellas la autoestima, la confianza e incluso el ego. Para explicar esto me debo remontar un par de décadas y algunos años más en el pasado cuando siendo el más pequeño de la familia, se me facilitaban las cosas por parte de los demás, hermanos, padres, y quizá fue demasiado, mas esto no es para expiar culpas, se trata de hecho de agradecer ese interés, cariño y amor que me profesaron. Sin embargo, en la codificación de ello vino el error y me convertí en un chamaco tímido, que aunque sabiéndose capaz de hacer muchas cosas se reprimía y detenía una y otra vez, aunque tuviera el conocimiento, la capacidad, las ganas, intenciones y pasiones. Esto repercutió en la adolescencia en el crecimiento exacerbado del ego, que contenido a tiempo, no permitió que me convirtiera en un pedante e insoportable puberto. Gracias madre, por tus enseñanzas consejos y tu humildad, que como tu orden y otras cosas te heredé. Hoy, rastros quedan de todo aquello, pero esas deficiencias pasadas me permitieron construir al adulto de hoy.

Fin de la 1ª parte.

martes, 10 de febrero de 2009

"Los años maravillosos", ¿dejaron de serlo?

Últimamente he estado sumergiéndome en las hondas aguas de los recuerdos, a través de fotografías, imágenes en video y desde luego, recurriendo a mi memoria, que es la más fiel registradora de momentos e instantes apasionados, situaciones difíciles, hechos tristes y emotivos, al final, cada recuerdo se vuelve parte de la vida misma.

Estos últimos catorce días me han permitido, aunque sin cámara o algún otro dispositivo, alimentar la colección de recuerdos e incrementar la categoría de "Momentos maravillosos" en mi memoria...desde darme cuenta cuanto puede una pequeña acción cambiar al mundo e influir en la vida de terceros, hasta el más sublime de los momentos.

Hay quienes opinan que "ya lo pasado, pasado", que lo que se ha vivido ya es agua pasada y hay que dejarlo asi, si fue bueno o malo, ya hemos aprendido de ello...y creo que en muchas casos asi debe ser, sin embargo, existen situaciones, que aunque pasen años , décadas, (y no es que los recordemos) seguimos viviendolos con mayor gusto, pasión y lo más importante, con entendimiento. Y de ahi que estén mas vivas que nunca.

Mientras veía el segundo capitulo de de la segunda temporada de "The Wonder years" encontré una escena, más bien corta, ni digna de un Emmy ni mucho menos pero implica tanto y es tan grande que es maravillosa, aquí se las dejo:



Aunque de mis tiempos mozos no tengo un recuerdo como tal, si logro entender lo que la pequeña rubia "Becky Slater" siente y aunque para muchos puede sonar a locura, a inconsciencia, a mi me parece que era y es maravilloso. Entonces, esos "Años maravillosos" los seguimos viviendo, disfrutémoslos.

P.D. Lo mejor de todo, al final, Becky y Kevin son pareja.

domingo, 25 de enero de 2009

Viceversa

Mario Benedetti

Tengo miedo de verte

necesidad de verte

esperanza de verte

desazones de verte

tengo ganas de hallarte

preocupación de hallarte

certidumbre de hallarte

pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte

alegría de oírte

buena suerte de oírte

y temores de oírte

o sea

resumiendo

estoy jodido

y radiante

quizá más lo primero

que lo segundo

y también

viceversa.

sábado, 24 de enero de 2009

Los otros que soy.


"después de todo hay hombres que no fui
y sin embargo quise ser
si no por una vida al menos por un rato
o por un parpadeo

en cambio hay hombres que fui
y ya no soy ni puedo ser
y esto no siempre es un avance
a veces es una tristeza"
Mario Benedetti.
Aún no comprendo cuantos otros soy. Cuando pienso que empiezo a entenderlo, se presentan situaciones, momentos u opiniones que confunden las ideas y me hacen perder las dimensiones de cada uno de ellos. A continuación presento los otros que hasta hoy he reconocido que soy o alguna vez he sido, no en orden de importancia, sino como se van apareciendo en la cabeza al tratar de pasarlos a letras:

 
1.- El amigo: Que nunca se cansa de escuchar o ayudar a quién a su consideración le puede llamar "amigo mío" de manera sincera y profunda, aunque a la vista y al oído parezca muy simple.
2.- El padre: Encargado de cuidar y velar por su "hijos". Procurando que se encuentren bien, sanos, sin aflicciones.
3.- El experto: Aquel a quién recurren aquellos que no son tan diestros en algún asunto, principalmente ligado con tecnología/computadoras. Categoría que ha aportado agradables y múltiples llamadas inesperadas.
4.- El hermano: Intimamente relacionada quizá con la categoría del "padre". No hay mucho que describir, los quiero hermanos.
5.- El enamorado: Eternamente enamorado, planeando proyectos de besos y adioses. Listo para dar todo su amor. Aunque algo tímido al principio.
6.- El niño: Con la perenne sonrisa brillante y la mínima voz. Sabiendo que tiene el cobijo de su familia; se deja querer, consentir.
7.-Sr. Alvipe: De reciente creación. El divertido, gritón, servicial, amable y a veces hasta manchado. Se le puede encontrar principalmente en Unimedios.
8.- El ñoño/geek: Enamorado de la tecnología, de las posibilidades que esta aporta. Amplísimo; gadgets, software, hardware, internet.
(Cada uno requiere de una detallad descripción, pero como no el tema que hoy nos atañe, las veremos en una entrega futura)

 
Estas son, grosso modo, los otros que he visto en mi. Que a su vez se van desdoblando y mezclando entre sí, pero no para en tan sólo estos ocho. He tenido oportunidad de encontrarme con otros, los que he querido ser, planeado ser, intentado ser y ahí se han quedado, en planes.

Pero es entonces donde viene la pregunta ¿Por qué no pude ser ese otro que sé que puedo ser y quiero ser? No lo sé , pero estoy seguro que en este momento no encontrare la respuesta pero tenerlo en frente me ayuda a despejarlo. Y al final, esto no es más una reflexión sino una declaración: "No sé si he de ser otros, o deba serlos, pero hoy, esto es y estos son los que soy y los ofrezco a quien quiera tomarlos. Aquí te los doy"
(Escrito la madrugada del viernes 23 de enero)